Opinión

Antes que la ebullición nos consuma

  • Publicado el 12.08.2023
  • Escrito por Angel Fondon

Por: Diego Urrejola, director ejecutivo de Fundación Cosmos

 

Actuar ahora es un imperativo ético y moral. Podemos comenzar con medidas concretas como lo es un manejo integrado de cuencas hidrográficas, donde promovamos una gestión responsable y coordinada del agua; incorporar la educación ambiental como política pública, propender a la creación de espacios naturales protegidos y la restauración de ecosistemas degradados,

La ONU ha planteado que la era del calentamiento global ha terminado, dando paso a una nueva etapa: la de la ebullición global, calificándolo como un cambio aterrador. Si nos vamos a los últimos datos, hace algunos días en Vicuña se superaron los 38 grados en pleno invierno y a nivel global por primera vez la temperatura promedio del planeta superó los 17 grados. Como gestores de conservación, nos preocupa que nos quedemos solo en las alertas, casos anecdóticos e, incluso, discursos inconducentes, normalizando un fenómeno que nos puede llevar al colapso.

La complacencia, demostrada en soluciones lineales de políticas públicas frente a problemas exponenciales en sus efectos, o la idea equivocada de que no hay mucho que podamos hacer al respecto, nos podría llevar a quedar inmovilizados.

Actuar ahora es un imperativo ético y moral. Podemos comenzar con medidas concretas como lo es un manejo integrado de cuencas hidrográficas, donde promovamos una gestión responsable y coordinada del agua; incorporar la educación ambiental como política pública, propender a la creación de espacios naturales protegidos y la restauración de ecosistemas degradados, establecer normativas más estrictas y adaptadas a la nueva realidad climática para la protección de las zonas costeras y priorizar las Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN) como la respuesta a los desafíos socioecológicos que enfrentamos, como la pérdida de biodiversidad, contaminación, desertificación y la restauración de humedales.

¿Arreglamos el problema con esto? Si lo hacemos solos no, pero si la comunidad internacional avanza en esa dirección podemos enfrentarlo con mejores herramientas y empujar los cambios, donde la clave es la colaboración para generar efectos sinérgicos. La normalización del cambio climático es una trampa en la que no podemos caer. Urge actuar antes de que la ebullición nos consuma por completo.