Jardín Sanador Hospital San Borja
«La naturaleza es un santuario de paz y sanación» – John Muir.
El Jardín Terapéutico Jacarandá se encuentra al interior de la Servicio de Neuropsiquiatría Infantil del Hospital Clínico San Borja Arriarán, el que atiende a más de 30.000 pacientes al año de las comunas de Santiago, Maipú, Cerrillos, Estación Central y Pedro Aguirre Cerda, además de todas las regiones de Chile.
Tanto la unidad de Neurología como la de Psiquiatría no contaban con espacios al aire libre adecuados para realizar actividades con fines terapéuticos, recreativos o vinculantes. Muchas de las terapias, actividades ocupacionales, encuentros familiares y celebraciones eran realizadas en las salas de espera, habitaciones comunes e incluso pasillos del recinto, lo que limitaba seriamente su calidad, variedad y contexto infanto-juvenil.
Por esta razón Fundación Cosmos junto a la comunidad del hospital diseñaron y ejecutaron un Jardín Terapéutico que hoy es utilizado por el personal médico, los pacientes y sus familiares para la recreación, la terapia y el bienestar.
A partir de un diseño participativo, el Jardín Terapéutico Jacarandá implicó la recuperación de un área verde semiabandonada de 1380 m2 que en un período de nueve meses fue convertido en un espacio para realizar actividades recreativas y terapéuticas con la comunidad del hospital. El proyecto fue desarrollado gracias a los aportes de Fundación Amancay, de la empresa Grupo GTD, la Fundación Proceder y fondos del hospital.
Este jardín incluye cuatro áreas definidas por sus usos: área de contemplación, área sensorial y recreativa, área fisioterapéutica y área de talleres. Cada uno de estos espacios responden a las necesidades expresadas por la comunidad durante la etapa de diagnóstico del proyecto y a las características técnicas propias de los jardines terapéuticos.
Además, junto al acceso principal del hospital, se habilitó una sala de espera al aire libre para el uso de las más de 1.500 personas que diariamente circulan hacia y dentro del centro de salud.
«Se nota la diferencia de un paciente que está iniciando su terapia entre cuatro paredes blancas y luces artíficiales, a un paciente que ocupa este lugar»
Carla Rojas, Neuróloga infantil del Hospital San Borja