Jardines Sanadores

Casa Alma – Los Ángeles

Este proyecto es uno de los dos pilotos del nuevo modelo de gestión de intervención terapéutica de la Corporación María Ayuda. Bajo el nombre de “Casa Alma”, este nuevo enfoque busca impulsar el desarrollo integral de los niños y niñas que acogen, transitando de una residencia de cuidado proteccional a una residencia de cuidado terapéutico. El modelo involucra gestión, intervención e infraestructura, donde los jardines tienen un lugar especial debido a la importancia de la recreación y el juego en el mundo infantil.

Conociendo el poder terapéutico y sanador de la naturaleza, Fundación Cosmos está colaborando con este nuevo modelo de la Corporación María Ayuda, diseñando jardines sanadores y terapéuticos, adaptando su experiencia en recintos de salud a la condición de infantes y adolescentes con traumas complejos.

Jardines para sanar el trauma

Las niñas y niños que son acogidos en los hogares de María Ayuda, son infantes en condición de vulnerabilidad que han sufrido un trauma complejo. es decir, son niños que han sido expuestos a eventos traumáticos dentro de su entorno de cuidado, impactando su seguridad, estabilidad y autoestima, entre otros.  En ese contexto es que este nuevo modelo involucra los jardines sanadores, para dar espacio al descanso, la contemplación y sobre todo al juego, el cual cumple un rol fundamental en la niñez.

El juego es la forma que tiene el niño de darle sentido a su mundo físico y social. De esta manera, el jardín sanador puede convertirse en un lugar para practicar y mejorar antiguas habilidades físicas y sociales, al mismo tiempo que promueve la inclusión y se fomenta la comprensión y la tolerancia.

En un jardín se pueden aplicar diversas terapias para el tratamiento de niños; como la terapia de juego, la terapia hortícola, la terapia animal, la naturaleza como terapia y la integración sensorial. Cualquiera o una combinación de estos pueden incorporarse a un jardín curativo diseñado para niños, logrando excelentes resultados.

Tuvimos la experiencia de medir el impacto del jardín sanador que ejecutamos en la Unidad de Psiquiatría Infanto Juvenil del Hospital el Salvador de Valparaíso. En este recinto hospitalario, el jardín terapéutico logró aumentar un 35% las horas de actividades grupales de terapia, disminuir en un 70% la sensación de estrés, disminuir los tiempos de recuperación y reducir en un 60% las contenciones físicas por casos de violencia.

Diagnóstico y diseño participativo ajustado a las necesidades del hogar

De los 16 niños, niñas y adolescentes que habitan permanentemente este hogar, la gran mayoría presenta experiencias traumáticas complejas, sintomatología de enfermedades de salud mental, brecha educacional o desconfianza de los adultos. Esta realidad supone un enorme desafío para lograr diseñar un jardín que se adapte a las necesidades particulares y complejas de las niñas que vivirán en esta Casa Alma.

A partir de un diagnóstico social y comunitario en el cual participaron funcionarios, niñas y familiares del hogar, se definieron 3 objetivos para este jardín sanador:

 

  • Ofrecer oportunidades de uso múltiple y flexible con el espacio disponible; que use las potencialidades del terreno y defina límites que den seguridad según las necesidades de cada espacio, evitando la sensación de encierro y funcionando como un lugar que puedan usar sin pedir permiso.

 

  • Cumplir con las necesidades de espacios de Casa Alma; incorporando el modelo de infraestructura terapéutica integral, generando espacios que garanticen el desarrollo físico, emocional, espiritual, el vínculo familiar y la calidad de trabajo de los funcionarios.

 

  • Permitir forjar mayor identidad y sentido de pertenencia para ayudar a la resignificación del trauma complejo; diseñando entornos adecuados para la restauración del vínculo con el lugar, con los demás. Y generando espacios que inviten a vivir la infancia conectado con la naturaleza, desarrollando habilidades o potenciando las adquiridas.

A partir del diagnóstico, y aprovechando las bondades paisajísticas existentes del lugar, se diseñó un jardín de 2.300m2, que busca la máxima interacción con la naturaleza, al mismo tiempo que busca estimular habilidades motoras finas, el arte, el deporte y la relajación, creando una variedad de espacios especializados y diseñados para la integración sensorial y el multipropósito terapéutico y recreacional.

El espacio principal y el corazón del proyecto , es el patio dedicado especialmente a los niños con uso permanente, un área de 650 m2 enfocadas en el juego, y la recreación. Este espacio considera una zona de juegos y desafíos, un espacio de trabajos y talleres, además de una multicancha que aprovecha un radier preexistente, y una zona de encuentro.

El resto de los espacios que tienen uso controlado tiene una superficie de más de 1.300 m2 en donde se despliegan tres espacios para el jardín; un huerto de 170m2 que tiene como propósito vincular a las niñas y niños con la tierra, desarrollar sus habilidades motoras finas y la relajación; una zona de contención de 400m2, que busca ser un espacio para la terapia psicológica, el desarrollo artístico, el relajo y la contemplación; y una zona de acceso de 592 m2, creando un espacio acogedor de bienvenida y habilitado para el encuentro con los familiares, descanso de funcionarios y un espacio espiritual.